Momentos después del incidente, el lábaro patrio fue izado sin otro contratiempo y se siguió con el protocolo establecido.
El desfile inició con el paso de seis aviones Texan sobre la plancha del Zócalo capitalino.
Previamente, acompañado por primera vez por dos miembros del PRD, los presidentes del Senado de la República y de la Cámara de Diputados, Miguel Barbosa Huerta y Silvano Aureoles Conejo, respectivamente; los secretarios de la Defensa Nacional y de Marina, general Salvador Cienfuegos Zepeda y almirante Vidal Francisco Soberón Sanz; el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y el comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, Peña inició la ceremonia.
Y pasó revista a los militares, marinos y elementos de la recién creada Gendarmería Nacional, a bordo del vehículo militar Kitam, construido recientemente en las fábricas de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Trascendió que debido a la emergencia que se vive en el estado de Baja California -lugar al que se dirigirá Peña Nieto al término de la parada militar-, se redujo el número de aeronaves previstas, inicialmente, a tomar parte en la demostración aérea.
Una vez que el comandante de la columna, almirante Joaquín Zetina Angulo pidió autorización a Peña Nieto, éste, junto con su esposa Angélica Rivera, los secretarios de Defensa y Marina y del ministro presidente de la Corte tomaron su lugar en el balcón central de Palacio Nacional.