Una tormenta eléctrica interrumpió por momentos el calentamiento de Anders Mol. La llovizna siguió, pero no fue impedimento para volver a la cancha con el trabajo físico y técnico, con jugadas marcadas por el coach.
El ausente fue Christian Sorum, que reportó malestares estomacales.
El voleibolista de 25 años y dos metros de altura dijo que la visita con antelación a la sede del Campeonato Mundial, garantizará que la preparación sea idónea para repetir el título.
“Nos estamos preparando para eso, vamos a dar todo lo mejor de sí y por eso estamos aquí para prepararnos y vamos a pelear para tener el trofeo otra vez”
El principal factor a vencer, es la altura, por eso buscan que durante los cinco días de trabajo, vean en que tiempo pueden lograr la adaptación y logren su rendimiento ideal.
“Estamos practicando, queremos ver cómo nos sentimos con los 2,400 metros de altura, que es muy diferente a lo que tenemos en Noruega, entonces queremos prepararnos bien para el campeonato que viene en octubre”
La sesión realizada en la cancha del parque de la juventud duró 40 minutos