“Si de hecho el haber sido en este mundial la mascota oficial fue una experiencia única y agradable, no esperaba. Al parecer a todos les gustó mi participación como lucy y la verdad es que me llena de mucho orgullo”…
En la cancha fue el alma de las competencias, animó, bailó, interactuó con los asistentes, el fin de dar alegría a los asistentes lo cumplió.
“Mucha gente fue identificándose con el personaje. Yo no soy bailarín, yo no soy actor y nada de eso, creo que para ser la primera vez que hago un trabajo así, me salió bien y me encantó hacerlo y lo volvería hacer sin ninguna duda”
Hay pasajes que significaron mucho para él, Cuando lo cargaron los checos Ondrej Perusic y David Schweiner al celebrar el pase a la final, una foto que se viralizó, porque a la postre, ellos fueron los campeones.
“Cuando terminaban los partidos yo me acercaba a chocarla con los jugadores, las jugadores y ellos me cargaron en esa cuando ganaron el pase a la final y fue algo muy emotivo para mí, la verdad es que no me lo esperaba y resultó que ellos fueron los campeones y mejor aún”
En la cancha del Museo de Arte de Tlaxcala, ya no están los aplausos, las porras, los bailes, pero el recuerdo de todo lo que vivió ahí y en la plaza de toros Jorge Ranchero Aguilar…
Gerardo, sin la botarga de Lucy, vuelve a ser el mismo, pero rodeado de infinidad que le dejó lo vivido durante el Campeonato Mundial de Voleibol Tlaxcala 2023.