La reforma reconoce al maíz como elemento de identidad nacional y alimento básico, además de establecer la prohibición de su cultivo con modificaciones genéticas que superen barreras naturales. Asimismo, promueve la conservación de la agrobiodiversidad, impulsa prácticas agrícolas sustentables y fomenta la investigación e innovación en el manejo agroecológico del maíz. Con estas disposiciones, se busca fortalecer la producción tradicional y asegurar el derecho de la población a una alimentación nutritiva y culturalmente adecuada.
En Tlaxcala, el maíz nativo representa el 46% de la producción agrícola, siendo un cultivo esencial en municipios como Huamantla, Cuapiaxtla e Ixtenco, donde comunidades campesinas e indígenas han preservado sus semillas a lo largo de generaciones. La protección constitucional de este grano es clave para evitar la contaminación genética por transgénicos y garantizar la continuidad de su cultivo en sistemas tradicionales como la milpa, que además de maíz incluye frijol, calabaza y otros productos esenciales para la dieta mexicana.
Al aprobar esta reforma, la LXV Legislatura reafirma su compromiso con la defensa del patrimonio agroalimentario estatal y nacional. El Decreto aprobado será notificado al Senado de la República para su integración en el procedimiento constitucional correspondiente, con lo que Tlaxcala se suma a las entidades federativas que han respaldado esta reforma.
De esta manera, el Congreso del Estado contribuye a la protección del maíz como un recurso estratégico para la seguridad alimentaria presente y futura. (Boletín)