En esta temporada de convivencia por fiestas decembrinas, se incrementa el consumo de bebidas alcohólicas y coctelería, pero algunas pueden ser consideradas altamente peligrosas, por mezclar alcohol con bebidas energéticas, poniendo en riesgo la salud de los consumidores, explicó el coordinador de Información y Análisis Estratégico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala, médico epidemiólogo José Roberto Castillo Luna.
Las bebidas energéticas son bebidas azucaradas adicionadas con otros compuestos (principalmente cafeína y vitaminas del complejo B), contienen grandes cantidades de sodio, entre algunos aminoácidos, los cuales son considerados como elementos para evitar el agotamiento físico y producen un efecto estimulante en el sistema nervioso central de quien las consume, haciéndolo sentir más despierto y concentrado.
Por otro lado, el alcohol es considerado un depresivo y puede afectar la forma en que el cerebro se ve y funciona, provocando interrupciones que pueden cambiar el estado de ánimo y el comportamiento de la persona, haciendo que sea más difícil pensar con claridad y moverse de forma coordinada.
Además, el efecto estimulante de las bebidas energizantes se contrapone con el efecto depresor del alcohol, lo que ocasiona una falsa sensación de sobriedad y disminuye la capacidad de percibir cuanto alcohol se ha consumido, lo que aumenta el riesgo de una intoxicación alcohólica.
Su consumo también ocasiona una falsa percepción de la capacidad para conducir vehículos o tomar otras decisiones, lo que aumenta la probabilidad de participar en conductas que ponen en riesgo su salud, como conducir ebrio, tener sexo sin protección, involucrarse en peleas sin motivo e incluso puede detonar el intento de suicidio.
“La mezcla de bebidas energizantes con whisky y vodka se ha convertido en una práctica común, por ejemplo (los denominados azulitos o pitufos) y ambos elementos al ser fusionados e ingeridos por adolescentes, jóvenes o adultos que desconocen su estado de salud o factores genéticos, ponen en riesgo su integridad física, al incrementar el riesgo de padecer o detonar una arritmia
cardiovascular, taquicardias que pueden exacerbar en enfermedades cardiacas y sus complicaciones, intoxicación e incluso la muerte”, detalló Castillo Luna
Su consumo en exceso, puede provocar una intoxicación hepática que tiene síntomas como dolor de cabeza, dilatación de las pupilas, zumbido de oídos o sensibilidad a la luz, vómito, deshidratación severa, taquicardia, hipertensión arterial, y una descompensación en personas diabéticas por el aumento de la glucosa en sangre.
En los últimos años el consumo de bebidas energéticas ha experimentado una notable expansión en quienes buscan recuperar la energía perdida, esa ilusión de que su cuerpo rinde más allá de las capacidades reales, ha provocado que algunos estudiantes en épocas de exámenes, profesionistas presionados por entregar resultados e incluso deportistas que quieren incrementar su desempeño, los consuman cada vez más.
Sin embargo si se suma el exceso del consumo de energizantes con alcohol, se convierte en una mala combinación que la mayoría de las personas desconoce, principalmente los jóvenes que solo buscan la forma de aguantar más y alargar la fiesta, sobre todo en esta época del año donde se incrementan más la convivencia social.
“Si todo lo anterior aplica para personas jóvenes y adultas, imaginemos entonces las consecuencias que puede tener en las y los menores de edad, en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y en deportistas, que consuman esta mezcla de bebidas preparadas, las cuales no se recomiendan consumir ni por separado”, enfatizó el coordinador.
La mejor opción para hidratarse sanamente, sigue siendo el agua simple, también la leche semi y descremada, así como las bebida de soya, café y té sin azúcar. También tomar agua tibia con jugo de limón por las mañanas, es una práctica saludable.
“El té verde es una estupenda alternativa a las bebidas energéticas, que además, se ha probado que mejora la claridad mental y el rendimiento en actividades que exigen lo máximo a nuestro cerebro, contiene cafeína pero en menor cantidad que el café, y puede ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedades del corazón y de cáncer”, subrayó el especialista.
En los casos de intoxicación por mezclar bebidas energizantes con alcohol, se recomienda acudir de manera inmediata a los servicios de urgencias de los tres hospitales del IMSS en Tlaxcala, ya que en la mayoría de los casos los pacientes requerirán soporte vital básico, como oxigenación, equilibrio metabólico y administración de medicamentos para controlar la presión arterial, las taquicardias o la agitación sicomotora