“Ni modo que los corruptos vayan a respaldar al gobierno que se propone acabar con la corrupción, pues no. Ellos, como lo estamos viendo, están inconformes, molestísimos, y ahora que tenemos la aprobación de la gente, pues los ataques se intensifican”, dijo al vincular la reciente difusión de encuestas favorables a su mandato y la publicación –en medios de comunicación de sus adversarios– de notas contra integrantes y ex integrantes de la administración federal.
En la conferencia de prensa matutina varias personas que tomaron la palabra hicieron gestiones y lanzaron acusaciones sobre presuntas irregularidades de políticos.
El Presidente aprovechó esos temas para dejar en claro que si bien hay que investigar, los señalamientos suelen estar vinculados a la “grilla” previa a las elecciones de 2022 en seis entidades del país.
Entonces le preguntaron a qué atribuye el alto nivel de aceptación ciudadana, comparado con el de otros mandatarios evaluados por una consultora internacional.
López Obrador consideró que ese resultado tiene que ver con el combate a la corrupción y el apoyo a la gente. “Eso es lo que nos ha funcionado, esa es la clave”, dijo.
En cuanto a las publicaciones en contra del ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, respondió:
“Es lo mismo, pero sí, ahorita lo que dice (la prensa) de Santiago Nieto, son ataques a Santiago Nieto. Al general (Jens Pedro) Lohmann, que lo acabo de nombrar para que nos ayude con la distribución de medicamentos (en la dirección de Birmex).”
También dijo que se menciona a su secretario particular, Alejandro Esquer, por un asunto de 2017, del cual las autoridades resolvieron que no había ningún delito; pero “aplican la máxima del periodismo, que la calumnia cuando no mancha, tizna. Entonces, ahora están desatados”.
El Presidente tiene la certeza –y así lo plantea a la prensa de manera frecuente– que el periodo neoliberal fue el de mayor saqueo y corrupción en el país, donde pequeños grupos tenían el control de todo.
Sin embargo, refrendó su opción por la cancelación de los contratos millonarios de los sexenios pasados.
Aseguró que si su gobierno repartiera dinero como antes, tendría a sus críticos callados, obedeciendo como vasallos, pero eso significaría dejar de combatir la corrupción, lo cual ha dejado un margen –calcula– de unos 100 mil millones de pesos al año para ayudar, con esos recursos, a los pobres.
Luego proyectó en el salón un tuit publicado por el ex presidente Vicente Fox, en el cual se afirma que cuando era líder opositor, López Obrador abandonó a los indígenas a su suerte.
El tabasqueño concluyó al respecto: “Pero no es Fox, es un pensamiento (de un grupo). Y ya Fox no tiene remedio, no está exacto”.