Al inaugurar el segundo periodo de sesiones del año en la SCJN, Zaldívar sostuvo que todos estos asuntos son relevantes para la vida política y social del país, pero sobre todo para los derechos humanos de las personas. “El balance que podemos hacer sobre lo que está realizando la Corte no es solamente cuantitativo, con lo cual ya sería por sí mismo impresionante, sino también cualitativo”, sostuvo.
Enfatizó que la reforma judicial del año pasado permitió al máximo tribunal dedicar más tiempo y cuidado a los casos cuyo fondo es más trascendente y relevante para la vida nacional.
“Seguiremos avanzando en este camino, la SCJN seguirá siendo un baluarte de la democracia mexicana, seguirá siendo garantía del Estado de Derecho y sobre todo seguirá siendo motor del cambio social y de protección y desarrollo de los derechos humanos de todas las personas sobre todo, de los más vulnerables, de los pobres, de los marginados, de los olvidados, de las mujeres, de las niñas, niños y adolescentes de las personas con discapacidad de las personas indígenas, de las personas integrantes de los grupos de la diversidad sexual etcétera”, sostuvo.
Zaldívar concluyó que la SCJN ha actuado y seguirá actuando con independencia y autonomía.