Los datos publicados este jueves revelan que en el actual sexenio la extracción de petróleo de la empresa estatal detuvo el declive que registraba cada año desde principios de siglo.
En el primer año del gobierno actual, Pemex promedió un millón 677 mil barriles diarios, al siguiente año logró producir un millón 659 mil barriles, este monto fue menor en 1.09 por ciento respecto de 2019 como consecuencia de la pandemia de covid-19.
En enero-junio de este año el nivel alcanzado es de un millón 694 mil barriles diarios, un aumento de 0.43 por ciento frente al tercer año de gobierno cuando promedió un millón 686 mil barriles diarios.
La producción de petróleo de Pemex se ha mantenido por arriba del millón 650 mil barriles diarios, pero no ha logrado llegar a los 2 millones 100 mil que se propuso al inicio de la actual administración. El nivel actual tampoco está cerca de alcanzar la plataforma de producción propuesta en el presupuesto de 2022, la cual fue de un millón 826 mil barriles diarios.
El documento señala que la proporción de crudo que se destina al mercado interno se ha incrementado en 11.2 puntos porcentuales, pues pasó de 34.9 por ciento en 2019 a 46.1 por ciento en 2022.
Hasta junio de este año 87.2 por ciento de los petrolíferos –que incluyen gasolinas, diésel y otros combustibles–, así como el gas licuado que elabora Pemex se dirigieron al consumo interno, cifra que significó un descenso de 5 puntos porcentuales respecto de 2019, cuando la participación en el mercado interno era de 92.2 por ciento.
Al primero de enero de este año, el total de reservas de hidrocarburos de la nación, conocida como 3P, fue de 22 mil 160 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, de las cuales 8 mil 14.4 millones son reservas probadas o 1P, porque tienen 90 por ciento de posibilidad de ser explotables desde el punto de vista comercial y geológico.
Por otra parte, la generación de energía eléctrica total de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de septiembre del año pasado a junio de 2022 fue de 107 teravatios-hora (TWh), 9.1 por ciento mayor al mismo periodo del año anterior.
Explicó que esto se debe a la recuperación de la economía por la disminución de la contingencia de covid-19 y por el aumento del consumo de electricidad.
La participación de la generación hidráulica aumentó 3.7 TWh, mientras la generación con tecnología de térmica convencional redujo su producción en 5 TWh, pues aumentó la generación con energías limpias.
De septiembre del año pasado a junio de este año, 36.68 por ciento de la generación neta de la CFE corresponde a centrales eléctricas de ciclo combinado, 11.52 por ciento a unidades de vapor y 36.6 por ciento a centrales con tecnologías limpias, incluyendo la nucleoeléctrica.