Como en el caso de la Ley de Amparo, que se discutió antes en esa misma comisión, los legisladores oficialistas y opositores se trenzaron en un intercambio de acusaciones sobre los efectos que tendría dicha modificación.
Como se ha informado en este diario, uno de los aspectos más relevantes del proyecto es que le da al Presidente de la República la facultad de otorgar la amnistía a quien aporte información “comprobable y fidedigna” sobre casos relevantes para el país, como los de Ayotzinapa, Tlatlaya, San Fernando y Allende.
La figura de la amnistía, además, puede ser otorgada por el Ejecutivo de manera directa, es decir, sin pedir el aval ni la opinión de la Fiscalía General de la República o de un juez.
Por el lado de los promotores de la iniciativa, la diputada Mary Carmen Bernal Martínez (PT) señaló que se trata de una “modificación sencilla” para evitar “trámites burocráticos” y ayudarle a la sociedad a saber la verdad sobre acontecimientos relevantes de la historia del país.
“No es para violentar los derechos humanos de los agraviados o los quejosos, sólo se pretende terminar con la impunidad que hay en el país desde hace años, y darle justicia y reparación del daño a las víctimas y sus familiares”, aseguró.
Por su parte, el panista Enrique Gerardo Sosa alertó que la iniciativa en realidad pretende “ampliar la capacidad del Presidente para dar amnistía en todos los delitos”, incluidos los graves. “Están construyendo una tiranía. Darle facultades universales de amnistía al Presidente es una absoluta locura”, expresó.
Paulina Rubio Fernández (PAN) apuntó que la reforma “no garantiza la verdad, sino la verdad del Presidente en turno”, por lo que la calificó como “regresiva y gravísima. Es discrecional, porque le da al Presidente la facultad de subir o bajar el dedo, como el César, para definir quién es culpable”.
Luego de una sesión que se extendió por más de tres horas y media, el dictamen se aprobó por 19 votos a favor, 14 en contra y cero abstenciones, igual que en el caso de las modificaciones a la Ley de Amparo.
El dictamen se envió a la Mesa Directiva para que este mismo martes dé primera lectura, para que mañana miércoles se vote en el pleno de San Lázaro.