El gobierno acusó a Morales de exigir a sus seguidores que haya muertos y derramamiento de sangre en las protestas y los bloqueos carreteros que cumplen ya 21 días.
Mi lucha es para mejorar la situación del país y para iniciar un diálogo sin condiciones, en dos mesas: una económica y otra política, sostuvo Morales.
Arce lo acusa de promover protestas sólo para defender intereses personales y de agravar la situación económica con bloqueos carreteros para forzar su renuncia.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, respondió que la administración está dispuesta a negociar, pero no a cambio de impunidad ni de violar la Constitución.
En un mensaje en la red social X, Del Castillo escribió: lamentablemente el señor Morales ha pedido la tarde de hoy (sábado) a sus seguidores que necesitan mayores enfrentamientos para conseguir muertos y derramamiento de sangre.
Agregó que en la tarea de despejar carreteras fueron heridos 92 efectivos y que la policía no ha hecho disparos.
La víspera la cancillería informó que seguidores del ex presidente mantienen tomadas tres unidades militares y a 200 soldados con sus familias de rehenes. “Es una vigilia, no hubo intervención, no hubo toma, están en la puerta del cuartel”, reviró Morales.
Sus partidarios exigen que el ex presidente no sea investigado por la justicia en un caso de supuesto estupro con una joven de 16 años con la que tuvo una hija, y para que se le permita ser candidato presidencial en 2025, después que un fallo del Tribunal Constitucional lo dejó fuera de la carrera. Ahora también piden la renuncia de Arce.
No es que Evo quiere ser presidente, el pueblo me ha planteado que vuelva. En mi gestión había estabilidad. Cuando hay estabilidad económica y política, hay felicidad, señaló en entrevista en la sede del sindicato cocalero, donde realiza la huelga de hambre.
Afirmó también que sus seguidores se exacerbaron tras el intento de magnicidio de la semana pasada, y acusó al gobierno de haber enviado a encapuchados que dispararon a su coche supuestamente para asesinarlo.
El gobierno aseveró que el político se resistió a una requisa en un retén policial antidrogas, que él disparó y en su huida atropelló a un agente, hechos que derivaron en una persecución.