No hay ganador por voto directo; también en juego, el control del Congreso

La Jornada.- La votación este martes no sólo determinará quién ocupará la Casa Blanca, sino cuál partido obtiene el control del Congreso, y con ello el poder para cambiar leyes sobre migración, determinar en qué gastar el presupuesto federal y la aprobación de tratados y acuerdos.

Desde 2022, los demócratas dominan el Senado con escueta mayoría de 51 contra 49, mientras los republicanos controlan la Cámara baja con mayoría de 220 contra 212.

Cada vez que se ha elegido a un nuevo presidente en este siglo, el partido de ese candidato también ha tomado el control (por mayoría) de ambas cámaras del Congreso ofreciendo al nuevo mandatario poder para impulsar su agenda. Pero eso podría no ocurrir en 2024.

El control del Senado dependerá de que dos senadores demócratas, Jon Tester en Montana y Sherrod Brown de Ohio, ganen sus relecciones, y si republicanos, como Ted Cruz, son derrotados. Las encuestas más recientes indican que es probable que los republicanos conquisten el control de la Cámara alta en este ciclo, aunque otras contiendas por curules en el Senado en Arizona, Nebraska, Texas y Michigan pueden cambiar ese pronóstico.

El control de la Cámara de Representantes estará más ligado a qué tan bien les va a Kamala Harris y Donald Trump en varios estados, sobre todo en California, y es posible que los resultados finales tarden semanas en ser determinados.

Más allá de estas batallas electorales para el Congreso, hay 11 contiendas para gobernador en este ciclo, hay también legislaturas estatales en juego, y más de 100 iniciativas estatales se votarán en referendo.