La tormenta, una de las más fuertes de las últimas décadas, dejó sin electricidad a miles de personas a su paso el viernes por el norte del Reino Unido, con rachas de hasta 160 kilómetros por hora.
"Este miércoles por la mañana estaban sin servicio eléctrico unos 30 mil hogares, sobre todo en zonas remotas de difícil acceso”, precisó la organización Energy Networks Association (ENA).
Hay quien apunta que esos hogares podrían seguir sin electricidad hasta el fin de semana.
Se pusieron en marcha refugios y se repartió comida caliente entre los afectados. Los operadores energéticos están trabajando en coordinación con los servicios de rescate, las autoridades locales y la Cruz Roja británica.
"La tormenta Arwen es un fenómeno que no se había visto en 60 años. Tenemos equipos de ingenieros increíblemente entregados que trabajan día y noche para restablecer la red”, subrayó el ministro de Empresas, Kwasi Kwarteng.
Según la policía, tres hombres murieron por el derrumbe de árboles al noroeste de Inglaterra, en Escocia y en Irlanda del Norte.