"Es algo que rechazo absolutamente. La orden de disparar a matar, así como está planteada, está mal y debe ser rescindida", dijo el jefe de la diplomacia del presidente Joe Biden al programa dominical de entrevistas de la cadena ABC "This Week".
"Tenemos verdaderas preocupaciones sobre el estado de emergencia que se declaró en Kazajistán", señaló, y añadió que habló con su homólogo, el ministro de Asuntos Exteriores Mukhtar Tileuberdi, el jueves.
"Hemos sido claros en que esperamos que el gobierno kazajo trate a los manifestantes de una forma que respete sus derechos, y que al mismo tiempo se aleje de la violencia", expresó.
Más de 160 personas murieron y cinco mil 800 fueron detenidas en Kazajistán tras los violentos disturbios ocurridos esta semana en esa nación de 19 millones de habitantes, según informaron el domingo los medios de comunicación citando al Ministerio de Sanidad.
Las cifras, aunque no han sido verificadas de forma independiente, suponen un aumento significativo con respecto al conteo anterior de las autoridades, según el cual habían muerto 26 "delincuentes armados" y 16 agentes de seguridad.
Kazajistán, una de las repúblicas exsoviéticas de Asia Central, se enfrenta a su mayor crisis en décadas después de que días de protestas por el aumento de los precios del combustible derivaran en disturbios generalizados.
En un discurso televisado el viernes, el presidente de Kazajistán, Kassym Jomart Tokayev, dijo que los "terroristas" locales y extranjeros estaban causando estragos en el país y que dio la orden a las fuerzas de seguridad "de disparar a matar sin previo aviso".
También agradeció al presidente ruso, Vladimir Putin, después de que una alianza militar dirigida por Moscú enviara tropas a Kazajistán para ayudar a sofocar la violencia.
Blinken dijo que Washington tenía "verdaderas preocupaciones" sobre por qué Tokayev se sintió obligado a llamar a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, que domina su vecino Rusia.
"Estamos pidiendo una aclaración al respecto" declaró Blinken a la cadena CNN. "Pero lo que es imperativo ahora es que todo esto sea abordado de una manera pacífica que respete los derechos de aquellos que están tratando de hacer oír su voz", acotó.
Kazajistán, una de las repúblicas exsoviéticas de Asia Central, se enfrenta a su mayor crisis en décadas después de que días de protestas por el aumento de los precios del combustible derivaran en disturbios generalizados.