La nave de transporte C-46, que despegó desde Kunming (en el sur de China) volaba con 13 personas a bordo cuando desapareció en medio de una tormenta en el montañoso estado Arunachal Pradesh en la primera semana de 1945.
Nunca se escuchó de este avión otra vez. Simplemente desapareció”, explicó Clayton Kuhles, un aventurero estadounidense que lideró la misión tras un pedido del hijo de uno de las víctimas del accidente.
La expedición duró meses en los que Kuhles y un equipo de guías locales cruzaron ríos que les cubrían hasta el pecho y acampaban en medio de temperaturas glaciales. Tres guías murieron de hipotermia al comienzo de la misión durante una tormenta de nieve.
Finalmente, el equipo encontró el avión en una montaña nevada el mes pasado, y fue capaz de identificar el fuselaje por el número en la cola del avión. En la nave no quedaban restos humanos.
Bill Scherer, el hijo huérfano que encargó la misión, dijo estar “encantado solo por saber donde está” su padre. “Es triste, pero alegre”, dijo en un correo a AFP desde Nueva York.