Los sindicatos CGT, FO, FSU y Solidaires convocaron unas 170 concentraciones en todo el país, en la que participaron "más de 150 mil personas" al grito de "¡Todo aumenta, menos nuestros salarios!", según la primera organización.
La precedente movilización interprofesional, el 5 de octubre, congregó a 85 mil 400 personas, según el ministerio del Interior, más de 160 mil según la CGT.
Los organizadores reclaman un aumento del salario mínimo y del punto de indexación de los funcionarios, y en general de todos los salarios, prestaciones y pensiones, en un contexto de alta inflación y de dividendos récord.
"Actualmente demasiados trabajadores activos, demasiados jubilados tienen problemas para encontrar vivienda, para calentarse o para desplazarse" y "la respuesta no puede ser (…) parches de última hora", dijo Yves Vyrier, del sindicato FO.
La inflación en Francia registró en 2021 su mayor nivel anual desde 2018, impulsada por los precios de la energía y el gas, indicó este mes la oficina francesa de estadística Insee.
Con la crisis de los "chalecos amarillos" en la memoria, el gobierno francés anunció una serie de medidas temporales para paliar el aumento de los precios de la energía, como una "indemnización inflación" con un pago único de 100 euros (114 dólares).
Los sindicatos lamentan en cambio que no haya habido ningún aumento del salario mínimo durante el mandato del presidente Emmanuel Macron, más allá de las subidas automáticas, y que tampoco haya aumentado el punto de indexación.
Los profesores, por su parte, vivieron su tercer jueves consecutivo de protesta contra la gestión de la crisis sanitaria en los colegios. A finales de la mañana, el ministerio de Educación indicó un seguimiento del 8% al 9% en primaria y secundaria.
Las manifestaciones contaron con la presencia de personalidades políticas, en un momento en que los sondeos de opinión sitúan el poder adquisitivo a la cabeza de las preocupaciones de los votantes.
Los candidatos presidenciales Fabien Roussel (Partido Comunista), Yannick Jadot (ecologista) y Jean-Luc Mélenchon (izquierda radical) participaron en la protesta en la capital.
CFDT, el primer sindicato francés, no participó en la protesta pese a apoyar las demandas.