Estas protestas comenzaron desde el 14 de abril como consecuencia de la presencia en Suecia del ciudadano suecodanés Rasmus Paludan, quien es líder del movimiento contra la inmigración y antiislam “Línea dura”.
Hasta ahora, la violencia dejó al menos 14 personas y 26 agentes de la policía heridos.
Paludan fue condenado en Dinamarca por “insultos racistas” y dijo tener la intención de presentarse a los comicios de septiembre, pero aún le faltan las firmas necesarias para asegurar su candidatura.
Además, Paludan suele organizar encuentros en barrios con mucha población musulmana para quemar públicamente copias del Corán, el libro sagrado de esta población, por lo que en estos últimas días, se organizaron protestas en rechazo a este grupo de extrema derecha.
La policía indicó que al menos 26 personas fueron detenidas tras los enfrentamientos del domingo con las fuerzas de seguridad. En la ciudad de Linköping, por ejemplo, también hubo disturbios y 18 personas fueron detenidas.
Durante los disturbios, se lanzaron piedras contra la policía y se quemaron autos. El domingo, las protestas volvieron a estallar, después del anuncio de nuevas concentraciones, aunque al final Paludan las anuló.