En rueda de prensa con Trudeau –que visitó Kiev como gesto de apoyo al mandatario ucranio–, el presidente Volodymir Zelensky aseveró que su país “carece del armamento pesado necesario para liberar Mariupol” bajo control casi total de las tropas rusas.
Agregó que es prácticamente imposible garantizar la salida de los militares ucranios atrincherados en la planta metalúrgica de Azovstal y acusó a Rusia de bloquear los esfuerzos para su evacuación. El ejército ruso ha señalado que respetará la vida de los combatientes ucranios que depongan sus armas.
En su turno, Trudeau, quien reabrió la embajada de su país en Kiev, afirmó que el presidente ruso, Vladimir Putin, es responsable de “crímenes de guerra”, y añadió que “Canadá apoyará a Ucrania mientras busca justicia para su pueblo que Rusia está matando y brutalizando.
Poco antes, Trudeau se trasladó a la ciudad de Irpin, en la periferia norte de Kiev, devastada por los combates y que en marzo fue ocupada por los rusos.
Jill Biden se reunió con la esposa de Zelensky, Olena Zelenska, en una escuela que se utiliza como refugio para civiles desplazados.
La esposa del mandatario viajó de manera secreta, convirtiéndose en la más reciente estadunidense de alto perfil que visita Ucrania durante el conflicto de 10 semanas con Rusia. “Quería venir el Día de las Madres”, comentó Biden a Zelenska.
“Pensé que era importante mostrar al pueblo ucranio que esta guerra debe parar y que Estados Unidos está con él”.
Biden viajó en automóvil a la localidad de Úzhgorod, trayecto de unos 10 minutos desde un poblado eslovaco, limítrofe con Ucrania. Estuvo unas horas en Ucrania.
Las dos se reunieron en un pequeño salón de clases, sentándose en una mesa y hablando ante los reporteros antes de su encuentro en privado.
La ubicación de Olena Zelenska y sus hijos no se ha dado a conocer por cuestiones de seguridad.
El canciller ucranio, Dimitro Kuleba, y su par estadunidense, Antony Blinken, analizaron medidas para intentar desbloquear las exportaciones de grano en el país, paralizadas por la guerra, pero no se informó de la adopción de alguna medida.
La ministra alemana de Desarrollo, Svenja Schulze, pidió que se ponga fin a la utilización de cultivos alimentarios y forrajeros para la producción de biocombustible debido al dramático aumento de los precios de los alimentos a nivel mundial causado, entre otros factores, por la guerra en Ucrania.