Afganistán es un país profundamente patriarcal y muy conservador, pero es común ver a mujeres y hombres comiendo juntos en restaurantes, particularmente en Herat, una ciudad considerada como liberal.
Desde que volvieron al poder en agosto, los talibanes han aumentado las restricciones que obligan a una segregación de hombres y mujeres, para ajustarse a su interpretación del islam.
Riazulá Seerat, un funcionario talibán del ministerio para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio indicó que las autoridades decretaron que hombres y mujeres sean segregados en los restaurantes.
El funcionario indicó a AFP que se les informó a los dueños de los restaurantes que esta regla se aplica incluso entre esposos.
Un mujer afgana que pidió no ser identificada relató que el encargado de un restaurante al que fue con su marido en Herat les informó que debían sentarse separados.
Safiulá, un encargado de restaurante y quien como muchos afganos solo utiliza un apelativo, confirmó que recibió las instrucciones del ministerio.
"Tenemos que seguir las órdenes, pero esto ha tenido un impacto muy negativo en nuestros negocios", dijo y agregó que si esta prohibición se mantiene, probablemente tenga que despedir a algunos empleados.
Seerat también precisó que el ministerio impuso la separación de géneros en los parques, imponiendo horarios de visita para hombres y mujeres.