Austin "instó a un alto el fuego inmediato en Ucrania y enfatizó la importancia de mantener las líneas de comunicación", señaló el Departamento de Defensa en un comunicado.
Los dos ministros hablaron "por primera vez desde el 18 de febrero", pocos días antes del estallido del conflicto en Ucrania, añadió, sin dar más detalles de la conversación.
Según un alto funcionario del Pentágono, "la llamada en sí no resolvió ningún problema grave ni condujo a cambios directos en lo que hacen o dicen los rusos".
En un brevísimo comunicado, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que la llamada tuvo lugar por iniciativa "de la parte estadounidense" y que ambos jerarcas "discutieron sobre temas actuales de seguridad internacional, incluida la situación en Ucrania".
La llamada se produce cuando el avance de las fuerzas rusas en el Donbás contra las tropas ucranianas lleva varias semanas de retraso con respecto a los planes del Kremlin, según Washington.
Pero Moscú no ha dado indicios de desaceleración o retirada y, según la inteligencia occidental, quiere hacerse con el control de gran parte del territorio ucraniano, en el sur y el este del país.
Finlandia y Suecia expresaron esta semana su deseo de ingresar en la OTAN, consecuencia directa de la invasión rusa a Ucrania, que no es miembro de la Alianza Atlántica.