Las autoridades talibanes informaron este martes haber disuelto la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán por “no considerarla necesaria”.
Desde que los islamistas de línea dura tomaron el poder en agosto, cerraron varios organismos que protegían las libertades de los afganos, como la Comisión Electoral y el Ministerio de Asuntos de la Mujer.
“Tenemos algunas otras organizaciones para llevar a cabo actividades relacionadas con los derechos humanos, organizaciones que están vinculadas al poder judicial”, dijo el portavoz adjunto del gobierno, Inamulá Samangan.
El trabajo de la comisión, que incluía la documentación de las víctimas civiles de la guerra de dos décadas en Afganistán, se interrumpió cuando los talibanes derrocaron al Gobierno respaldado por Estados Unidos y los directivos del organismo huyeron del país.
El Consejo de Seguridad Nacional y un Consejo de Reconciliación que promovía la paz, también se cerraron el fin de semana, cuando el Gobierno anunció su primer presupuesto anual.
“Estos departamentos no se consideran necesarios, por lo que fueron disueltos. Pero en el futuro, si son necesarios, podrán reanudar sus operaciones”, indicó Samangani.
Los talibanes se enfrentan a un déficit financiero de unos 44 mil millones de afganis (unos 500 millones de dólares).
Además, habían prometido un Gobierno más moderado que el de su primer régimen, de 1996 a 2001, pero fueron erosionando las libertades de muchos afganos, sobre todo de las mujeres, que sufren restricciones en la educación, el trabajo y la vestimenta.