Corea del Sur, gobernada por el conservador Yoon Suk-yeol desde inicios de mayo, tiene el reto de solventar desafíos como la crisis del mercado inmobiliario local o trazar una nueva política exterior, en un momento de crecientes tiranteces en la región.
Al margen de los logros que pueda tratar de cosechar su Gobierno en el terreno económico, Yoon, de 62 años, es aún para muchos una incógnita dada su falta total de experiencia política; sin embargo, ha sido firme sobre la relación que tendrá con Corea del Norte.
En entrevista para la cadena de noticias CNN, el conservador mencionó que cualquier nueva conversación entre Seúl y Pyongyang deberá ser iniciada por el líder norcoreano Kim Jong-un.
“La era de apaciguar a Corea del Norte terminó. Creo que la pelota está en la cancha del líder Kim, es su elección iniciar un diálogo con nosotros”, dijo Yoon Suk-yeol en entrevista para CNN.
Desde su oficina presidencial en Seúl, el mandatario señaló que Corea del Sur y sus aliados están listos para cualquier acto de provocación de Corea del Norte.
“El solo hecho de escapar temporalmente de la provocación o el conflicto de Corea del Norte no es algo que debamos hacer. Este tipo de enfoque en los últimos cinco años ha demostrado ser un fracaso”, dijo, señalando la estrategia conciliadora de la anterior administración liberal.
En actos públicos, Yoon ha llegado a hablar de “ataques preventivos” sobre Corea del Norte o de permitir la semana laboral de 120 horas para que la gente pueda hacer más dinero, pero ante CNN mencionó querer una “prosperidad compartida y común en la Península de Corea”.