Las mujeres siguen relegadas en todos los ámbitos, por lo que es urgente que se generen políticas públicas en todos los países de América para contribuir con la equidad de género, ya que ello afecta directamente a las economías, advirtió Caroline Bettinger-López, consejera senior para el Departamento de Justicia de Estados Unidos y especialista en asuntos de equidad de género durante la IX Cumbre de las Américas, Los Ángeles, California.
La especialista aseveró que en todo el mundo las mujeres son una minoría en el liderazgo y experimentan exclusión en la participación de casi todos los sectores, tanto públicos como privados.
Caroline Bettinger-López comentó que las mujeres, por ejemplo, representan solamente 25% del sector parlamentario en todo el mundo, asimismo, tienen menos representación en los procesos de paz, en las negociaciones sobre el cambio climático, en acciones de trabajo humanitario y en el sector privado.
Dijo que lo anterior ocurre a pesar del hecho de que la participación de las mujeres mejora notablemente los resultados. Esto es con décadas de pruebas que confirman que la participación civil, política y liderazgo de mujeres promueven la igualdad y políticas de bienestar social, educación, estabilidad política y seguridad.
“Esto es con décadas de pruebas que confirman que la participación civil, política y liderazgo de mujeres promueven la igualdad y políticas de bienestar social, educación, estabilidad política y seguridad. Los estudios demuestran que la inversión en el liderazgo de las mujeres es necesaria”.
“Esto también es la clave para impulsar el progreso en cada tipo de asuntos. Hablamos mucho de crear puentes cuando hablamos de terminar la violencia. Las mujeres son clave y es un asunto transversal”, afirmó la funcionaria del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Por otra parte, organizaciones de mujeres en América han hecho diversas recomendaciones para la IX Cumbre de las Américas, por ejemplo, elaborar una Norma Marco Modelo Latinoamericana sobre las diversas situaciones de violaciones de niñas y adolescentes, estableciendo protocolos de atención para aquellas que han sufrido violencia sexual con enfoque de género, interculturalidad e interseccional.
También se ha propuesto que se promuevan modelos de atención de servicios de víctimas de violencia enfocada en derechos humanos con enfoque de género, interculturalidad e interseccionalidad, que protejan la vida de las mujeres.
Las mujeres pidieron también elaborar políticas públicas con visión integral de la salud, con participación comunitaria y regional, a fin de mejorar la atención y acceso a la salud de la mujer en todas las etapas de la vida, sin discriminación.
Asimismo, se pidió respetar e incorporar las prácticas ancestrales de las diferentes culturas étnicas indígenas y afro. También pidieron promover y crear sistemas nacionales de cuidados, que incluyan la cobertura de servicios de salud a las trabajadoras del cuidado no remuneradas, guarderías y se vinculen a los servicios de prevención y atención a la violencia contra las mujeres, entre muchos otros.