Más de 2 millones de personas refugiadas que no pueden volver a su hogar y tampoco pueden quedarse en su país de acogida por la inseguridad o la falta de un espacio, deberán ser transferidas a otros Estados en 2023, informó este martes la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La cifra representa un aumento de 36% con respecto a este año, cuando 1.47 millones de personas estuvieron en esta situación, indicó una portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) Shabia Mantoo.
“Esta alza se debe a las consecuencias humanitarias de la pandemia y al surgimiento de nuevas situaciones de desplazamiento durante el transcurso del año”, afirmó la portavoz.
La “reinstalación” consiste en transferir a las personas refugiadas de un país de asilo hacia otro Estado que acepte acogerlas y darles una residencia permanente.
Por séptimo año consecutivo, la mayoría de las personas refugiadas que necesitan un traslado, (cerca de 777 mil 800) son originarios de Siria.
El segundo país que encabeza la lista de personas desplazadas en busca de otro país de acogida es Afganistán, con cerca de 274 mil, seguido de República Democrática del Congo, Sudán del Sur y Myanmar.
En 2020, el cierre de las fronteras y las restricciones de viaje debido a la pandemia implicaron una suspensión temporal de los traslados hacia los países de acogida, por lo que estos procesos bajaron a un mínimo y sólo se completaron 22 mil 800 salidas.