En Ucrania, Odesa es la última cuidad portuario que resiste a la invasión rusa y la cual despertó este viernes 1 de julio bajo intensos ataques que dejaron al menos 18 personas muertas y decenas de heridas.
Fue a primera hora del día cuando un edificio de apartamentos y un Centro Recreativo fueron impactados por un misil lanzado desde el Mar Negro. Horas después que concluyera la Cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que garantizaron el apoyo de Kiev.
En tanto, el presidente, Volodímir Zelenski, anunció que su país comenzó a exportar electricidad a la Unión Europea, a través de Rumania.
“Esta es sólo la primera etapa. Nos estamos preparando para aumentar los suministros. La electricidad ucraniana puede sustituir una parte considerable del gas ruso que consumen los europeos. Esta es solo la primera etapa. Nos estamos preparando para aumentar los suministros. La electricidad ucraniana puede sustituir una parte considerable del gas ruso que consumen los europeos”, declaró Zelenski.
Zelenski explicó que los misiles impactaron en un edificio de apartamentos y en un centro recreativo de Bilhorod-Dnistrovsky, unos 80 kilómetros al sur de Odesa, por lo que el balance de muertos “se elevó a 21”, incluyendo un niño de 12 años.
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El subjefe del distrito de Odesa, Sergéi Brachuk, dijo que los servicios de emergencia precisaron que 16 personas murieron en el edificio y cinco en el centro recreativo y que ambos ataques dejaron al menos 39 heridos.
Brachuk indicó que la incursión fue llevada a cabo por dos aviones procedentes del mar Negro, que dispararon misiles “muy pesados y muy potentes”.