El juicio de Nikolas Cruz, un joven que mató a 17 personas en 2018 en una de las peores masacres escolares de Estados Unidos, comenzó este lunes en Florida para fijar su condena: pena de muerte o cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
El tiroteo conmocionó a todo el país y, sobre todo al sur de Florida, donde se necesitaron casi tres meses para seleccionar a 12 jurados -siete hombres y cinco mujeres- considerados suficientemente imparciales para decidir el destino del autor confeso de la matanza.
El 14 de febrero de 2018, Cruz sembró el pánico en Parkland, una pequeña ciudad al norte de Miami, cuando entró con un fusil semiautomático AR-15 en la escuela secundaria Marjory Stoneman, de donde había sido expulsado un año antes.
En unos minutos, mató a 14 alumnos y tres adultos, y causó 17 heridos.
En octubre pasado, Cruz se declaró culpable de los 17 asesinatos cometidos aquel día, así como de 17 intentos de asesinato, uno por cada herido.
El juicio determinará si, como piden los fiscales, Cruz merece ser condenado a muerte, una decisión que el jurado deberá tomar por unanimidad.
Según las leyes de Florida, si uno solo de los jurados rechaza la pena capital, la condena del joven será la cadena perpetua sin libertad condicional.
El proceso, que podría durar varios meses, es inusual para Estados Unidos, donde es raro que los autores de una matanza de este tipo sobrevivan a su ataque.
El juicio sin duda llamará la atención en un país sacudido por una serie de tiroteos sangrientos como el de la escuela primaria en Uvalde, Texas, donde murieron 19 niños y dos adultos en mayo, o el de en un supermercado de Buffalo, Nueva York, en el que fallecieron 10 personas.
Al igual que en Parkland, todas esas masacres fueron cometidas por hombres muy jóvenes armados con rifles de asalto.