"Era un viernes como otro cualquiera. Estaba contenta, quería ir al parque con su tía", cuenta esta madre de 27 años.
Pero ese día, previendo una "amenaza inminente", Israel lanzó un "ataque preventivo" en la Franja de Gaza contra el grupo armado palestino Yihad Islámica, que respondió con cohetes hacia suelo israelí.
Según las autoridades del enclave palestino bajo bloqueo israelí controlado por el grupo islamista Hamás, entre las 46 víctimas mortales de la confrontación hay 16 niños.
En su barrio de Shajaya, en la ciudad de Gaza, Alaa, con su camiseta rosa y una cinta de pelo a juego, estaba llamando a la puerta de su tía, lista para ir a jugar al parque, cuando un misil cayó junto a ella.
Su madre, Rasha, sostiene la camiseta sucia en sus manos, incapaz de entender por qué murió su hija. "Mi hija no tenía nada que ver con los misiles, no fue su culpa", lamenta. "Me devolvieron su ropa llena de sangre".
Tras el ataque en el que murió la pequeña, el ejército israelí aseguró que había atacado a miembros de la Yihad Islámica que operaban en la zona.
También sostiene que varios palestinos, incluidos menores, murieron alcanzados por cohetes disparados por la propia organización islamista hacia Israel, pero que cayeron por error en el enclave palestino.
Sin embargo, Alaa fue asesinada el viernes por la tarde, mucho antes de que la Yihad Islámica disparara sus primeros proyectiles esa noche. (Boletín)