El anuncio se realiza después de varios hechos sangrientos de pandillas en Haití, que incluyen tiroteos en el centro de Puerto Príncipe, y mientras países como Bahamas y Jamaica informan de un aumento de la incidencia de homicidios relacionados con las armas.
“No sólo hemos observado un marcado aumento en el número de armas, sino también en el calibre y el tipo de armas de fuego que se trafican de manera ilegal”, declaró Anthony Salisbury, agente especial a cargo de Investigaciones de Seguridad Interior de Miami.
“Hemos intensificado nuestros esfuerzos para frenar el flujo de armas ilícitas hacia Haití y otros países del Caribe”, agregó, flanqueado por funcionarios de otros organismos, como la Guardia Costera y el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras.
La exportación legal de armas desde Estados Unidos suele requerir licencias de las autoridades. Haití todavía está sujeto a un embargo vigente desde los años 90, que ha sido modificado para permitir algunas excepciones para la exportación de armas destinadas a las fuerzas de seguridad.
Una serie de escándalos recientes en Haití, incluido el descubrimiento el mes pasado de armas en un contenedor de envío etiquetado como donaciones de la Iglesia, encendió la alarma sobre un flujo constante de estos artefactos.
Ese decomiso se llevó a cabo tras una cruenta guerra territorial en la ciudad costera de Cité Soleil el pasado julio que dejó 471 muertos, heridos o desaparecidos.
En tanto, la Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos aseguró que unas 52 mujeres y niñas fueron violadas durante los enfrentamientos del mes pasado entre las pandillas en Haití.