Con ventaja al rechazo, el partido está lejos de definirse con el resultado del domingo. Como reflejan Anadriel Hernández y Tomás Ortega, ambos primeros votantes, la elección pasa por la esperanza de cambio o el miedo a ese giro. Ortega dice que votará rechazo, mientras que Hernández escogerá la aprobación.
Ambos jóvenes consideraron importantes las reformas en medio ambiente, educación y salud, pero para Ortega el texto fue muy lejos en algunas y se quedó corto en otras, por ello consideró que es necesario un cambio constitucional, pero esto no quedó en la propuesta.
El texto sometido al voto de más de 15 millones de personas fue redactado durante un año por una convención elegida con paridad e inclusión de indígenas, que dio como resultado un texto progresista, elogiado por economistas como Thomas Piketty y Mariana Mazzucato, filósofos y estrellas internacionales, pero que polarizó a la dirigencia política chilena, muy desacreditada en la calle.