Alrededor de 50 millones de italianos e italiana acudirán a las urnas el próximo domingo 25 de septiembre para votar en sus elecciones generales. Ese día, desde las 7:00 de la mañana hasta las 23:00 horas, las y los ciudadanos decidirán sobre el futuro de su Parlamento, es decir, sobre la composición de su Cámara de los Diputados y Senado.
“Existe la idea en Italia de que hemos probado con todos los demás, así que probemos con ella ahora. Meloni es una gran comunicadora, pero enfrenta importantes limitaciones económicas y no tiene mucha experiencia, por lo que probablemente no disfrutará de una larga luna de miel”, dijo Wolfango Piccoli, copresidente de la consultora de riesgo político Teneo.
Si Meloni, de acuerdo con medios locales, tiene éxito en las elecciones se enfrentará a una serie de desafíos abrumadores, que incluyen costos de energía altísimos, una montaña de deuda asfixiante, una posible recesión y un conflicto cada vez más peligroso en Ucrania.
La popularidad de Meloni creció luego de que se negó a unirse a la coalición de Draghi y, en cambio, vio cómo su carrera ascendió desde los escaños de la oposición, donde denunció hábilmente las dolorosas medidas que tomó el gobierno para abordar la crisis de COVID-19.