Los equipos de personas expertas lucharon contrarreloj para reflotar a unas 35 ballenas que sobrevivieron a este incidente y llevarlas a aguas más profundas, aunque no se descarta que muchas de ellas se vuelvan a quedar varadas en la playa Ocean Beach de la bahía de Macquarie, también conocida por los lugareños como las “Puertas del Infierno”.
Este masivo varamiento se produjo después de la muerte, el martes, de 14 cachalotes tras quedar varados en una playa de la sureña Isla King, también en la región de Tasmania, y a exactamente dos años después de que unas 470 ballenas piloto se quedaran varadas en este mismo lugar, de los cuales solo un centenar pudieron ser rescatadas y llevadas a altamar.