Kwarteng eliminó la tasa máxima del Impuesto Sobre la Renta del país y, por primera vez, puso precio a los planes de gasto de la primera ministra Liz Truss, quien quiere duplicar la tasa de crecimiento económico de Reino Unido.
Los inversores descargaron los bonos del Gobierno británico a corto plazo lo más rápido que pudieron y el costo de los préstamos a cinco años experimentó su mayor aumento en un día desde 1991, ya que Gran Bretaña elevó sus planes de emisión de deuda para el año fiscal en curso en 72 mil 400 millones de libras. La libra cayó por debajo de 1.10 dólares por primera vez en 37 años.
El anuncio de Kwarteng marcó un cambio radical en la política económica británica, remontándose a las doctrinas de Thatcher y Reaganomics, de la década de 1980, que los críticos han ridiculizado como un regreso a la economía de “filtración”.