En sesión, 143 países votaron a favor de la moción contra los referendos “coercitivos” de Moscú y la reafirmación de la independencia e integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas.
La votación tuvo a tres cuartas partes a favor, cuatro países se pronunciaron en contra y una treintena se abstuvo. Corea del Norte, Bielorrusia, Nicaragua y Siria se pronunciaron en contra junto al delegado del Kremlin.
Esta resolución del rechazo internacional presiona a Moscú a retroceder en las modificaciones sobre el estatus de los cuatro territorios ucranianos y a sacar sus tropas de ellos.
Asimismo, la Asamblea General apuntó que los referendos no tienen validez alguna según el derecho internacional ni sirven de base para modificar de ninguna manera el estatus de esas regiones de Ucrania.
Estos resultados se dan luego de jornadas de reuniones por parte de Washington y Moscú buscando aliados para sus bandos. Por caso, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, mantuvo cónclaves virtuales con más de 100 representantes internacionales.
En este contexto, decenas de países de África, Asia y América Latina se vieron preocupados de acabar encerrados en medio de la puja geopolítica entre Occidente y Moscú.
Dentro de las voces destacadas que expresaron un “apoyo crítico” a la resolución resalta la del embajador de la República Democrática del Congo, Georges Nzongola-Ntalaja, quien dijo que su país respalda a Ucrania y que quieren el fin de la guerra, pero que “deplora” el doble estándar de los “poderosos cuando se trata de África”.