“Los menores han sido entregados a los servicios de ayuda a la infancia y serán objeto de un seguimiento médico-social. Los adultos han sido entregados a las autoridades judiciales competentes”, precisó el ministerio francés de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Se trata de la mayor operación de repatriación a Francia de este tipo en tres meses. Entre los menores hay 7 huérfanos o niños solos, indicó la Fiscalía Nacional Antiterrorista (Pnat).
Las mujeres, de 19 a 42 años, acudieron voluntariamente a los territorios controlados por los grupos yihadistas en la zona entre Irak y Siria, donde fueron capturadas tras la derrota de la organización Estado Islámico (EI) en 2019.
Algunos de los niños nacieron en aquella zona.
Tres de las mujeres repatriadas, sobre las que pesaba una orden de captura, fueron imputadas por “asociación delictiva terrorista”, así como dos de ellas por “sustracción de menores”, y encarceladas, indicó una fuente judicial.
Unos 300 menores franceses que estuvieron en las zonas de operación de grupos yihadistas ya han regresado a Francia, 77 de ellos repatriados, reveló a principios de octubre el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti.
Ante el rechazo de la opinión pública, Francia llevó a cabo durante mucho tiempo una repatriación con cuentagotas, pero el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) la condenó en septiembre por no atender de manera adecuada las demandas de los familiares de estas mujeres de nacionalidad francesa.
El Colectivo de Familias Unidas celebró en un comunicado una “excelente noticia, que parece confirmar la renuncia de la política del ‘caso por caso'”, y llamó a las autoridades a “ir hasta el final”.