El mandatario se reunió con dirigentes comunales, autoridades de localidades rurales e incluso ofreció una entrevista a una radio de Lonquimay, comuna a 740 km al sureste de Santiago en la frontera con Argentina, donde se mostró distendido y reconoció errores de su Gobierno en el abordaje inicial de este conflicto.
"Después de la reunión que vamos a tener con los lonkos (líderes mapuche) y las comunidades, vamos a socializar parte de las propuestas que tenemos para retomar el diálogo con el pueblo nación mapuche, y abordar parte de la deuda pendiente que tiene el Estado de Chile", dijo Boric en la entrevista.
El mandatario izquierdista, de 36 años, reconoció que "esto no se logra de la noche a la mañana, pero creemos que hoy están las condiciones para iniciar un nuevo camino, y aislar a quienes creen que la violencia es el medio", dijo.
La esperada visita de Boric a esta región donde habita una mayoría de las comunidades mapuche, estuvo precedida por una serie de ataques, como incendios a una escuela y una iglesia rurales, y cortes de rutas.
Incluso durante la noche del jueves al viernes, cuando Boric se alojó en una austera cabaña en Lonquimay, se registraron otros atentados similares con la quema de un camión y una vivienda en esta zona donde parte del conflicto es la explotación de la rica industria forestal.
En lo que va de año se han registrado al menos ocho muertos de la llamada violencia rural.