El pasado 24 de junio ocurrió la peor tragedia fronteriza en Melilla en cuatro décadas: 24 personas murieron aplastadas y por golpes propinados por la policía fronteriza de Marruecos, justo en la frontera que divide a la ciudad marroquí Nador de la española Melilla. Los hechos ocurrieron cuando intentaron cruzar de forma masiva la frontera más de dos mil migrantes subsaharianos, que hasta entonces vivían resguardados en esa región, sobre todo en el monte Gurugú, donde se escondían de los controles policiales.
Después de la tragedia se instauró la ley del silencio, tanto de las autoridades marroquíes como españolas, que sólo se rompió para dar la versión oficial de los fallecidos (24), que no coincidía con las que mantienen hasta la fecha algunas organizaciones no gubernamentales que trabajan sobre el terreno, que elevan la cifra de muertos a más de 40.
Desde España se abrió una investigación que se archivó casi de inmediato, al alegar la Fiscalía General del Estado que no tenía competencias al no haber ocurrido los hechos en territorio español. El Defensor del Pueblo abrió otra indagatoria, en la que solicitó el material audiovisual de la frontera, que después de analizar consideró “incompleto” y reclamó todos los videos al ministerio del Interior. Que hasta la fecha no ha entregado.
A principios de este mes, es decir casi cinco meses después de la tragedia, la BBC británica emitió un documental en el que confirmó dos extremos gravísimos y que en todo momento rechazó el gobierno de Pedro Sánchez: que hubo muertos en territorio español y que durante la operación se realizaron las llamadas “devoluciones en caliente” de forma masiva, incluido a menores de edad heridos y con la salud mermada.
Los diputados de todos los partidos que forman parte de la Comisión de Interior analizaron hoy, de forma exhaustivo, las ocho horas de grabación en una sesión a puerta cerrada y con la prohibición de difundir el material audiovisual a la opinión pública. Y la conclusión de todos, desde el derechista Partido Popular (PP), el de extrema derecha Vox hasta los socios de coalición del Ejecutivo de UP o los nacionalistas vascos y catalanes, con la excepción del representante del PSOE, es que en Melilla se registraron fallecimientos en territorio español. Que la policía marroquí arrastró los cuerpos sin vida hasta su territorio, que se violaron los derechos humanos y que se realizaron “devoluciones en caliente” de forma masiva y sin las más mínimas garantías. Y, por tanto, todos -con la excepción del diputado socialista- exigieron la dimisión del ministro del Interior y la entrega del material audiovisual para realizar una investigación en profundidad y depurar responsabilidades.
El diputado de EH-Bildu, Jon Iñárritu, explicó que “no se puede negar que los hechos principales ocurrieron en territorio español, lo que demuestra que el ministro del Interior haber sido hasta ahora poco transparente y se ha escondido en generalidades”.
Desde el ministerio del Interior confirmaron de forma extraoficial su versión y rechazaron las críticas de los diputados, a los que recriminaron no haber visto las ocho horas de grabaciones sino solamente un tercio y que por tanto no tenían elementos para sacar conclusiones definitivas. (Boletín)