“Ambos somos conscientes de que hay que reaccionar de una forma muy proactiva a esas subvenciones, criticadas por su carácter proteccionista”, aseguró Macron en una rueda de prensa conjunta tras haber firmado con Sánchez un ‘tratado de amistad’ en Barcelona, que eleva la relación entre los dos países al más alto nivel.
Por su lado, Sánchez dijo que “celebramos que Estados Unidos se incorpore a la transición verde, pero tenemos que encontrar un acuerdo en el que ese compromiso con la transición verde no signifique la desindustrialización de Europa”.
Tal y como pretendía, Macron logró concertar en Barcelona una línea común con Madrid para articular una respuesta europea a este plan lanzado por Washington para afrontar el cambio climático, bautizado como Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés).
El presidente francés, que ya criticó a finales de noviembre en Washington estos subsidios estadounidenses “superagresivos”, quiere que la Unión Europea (UE) responda de forma rotunda para evitar la fuga de empresas europeas que se vean atraídas por las ayudas estadounidenses.
Ahora, Macron tendrá que convencer ahora al canciller alemán, Olaf Scholz, a quien recibe el domingo en París.