"Los preparativos llegan a su fin", declaró el ministro ucraniano de Defensa, Oleksiy Reznikov, en referencia a una contraofensiva esperada desde hace meses para reconquistar territorios ocupados por Rusia en el este y en el sur de Ucrania.
"El equipamiento fue prometido, preparado y parcialmente entregado. En un sentido amplio, estamos listos", agregó en una rueda de prensa en Kiev, en referencia al envío de material occidental, incluyendo tanques y blindados, además de municiones.
El ministro agregó: "En cuanto exista la voluntad de Dios, la meteorología y la decisión de los comandantes, lo haremos".
En la madrugada, ataques rusos de gran envergadura, que fueron los primeros desde principios de marzo, alcanzaron varias ciudades ucranianas.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, los condenó y prometió una respuesta al "terror ruso". Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso informó que Moscú bombardeó "objetivos militares en Ucrania" con "armas de alta precisión".
En la ciudad ucraniana de Uman, de unos 80.000 habitantes, al menos 23 personas, entre ellas cuatro niños, murieron por un misil que cayó sobre un edificio de viviendas, según el gobernador regional, Igor Taburets.
"Quiero ver a mis hijos, vivos o muertos", dijo a la AFP Dmitri, un hombre de 33 años cuyo edificio en Uman fue alcanzado por un misil. "Están bajo los escombros", añadió.
El hombre contó que es originario de Lugansk, una zona del este bajo control ruso. "He visto muchas cosas, pero aún no he perdido a mis hijos", afirmó.
En Uman, que está en el centro del país, a unos 200 kilómetros al sur de Kiev, periodistas de la AFP vieron un edificio residencial destrozado y cascotes esparcidos por el suelo.