En su tercer y último día de visita de Estado en España, el mandatario colombiano también descartó cambios en su equipo de gobierno y una eventual incorporación del ex presidente del Senado, Roy Barreras. “El gabinete está completo”, zanjó Petro.
Petro mantuvo una agenda muy activa en su último día en España, que inició con un desayuno de trabajo en el Forum Nueva Economía, en el que respondió a numerosas cuestiones de actualidad sobre las relaciones bilaterales con España, la situación se heredó en Colombia y hasta sobre sus gestiones para consolidar un proceso de diálogo en Venezuela entre la oposición y el gobierno de Nicolás Maduro.
El presidente de Colombia explicó la situación que heredó tras varias décadas de cruentos enfrentamientos entre el crimen organizado, los movimientos armados guerrilleros y las élites económicas que controlaban el país: “Una de las características fundamentales de la mafia colombiana es que tiene el poder político. No son los campesinos que cultivan hoja de coca, son empresarios, son senadores. Entran por el Palacio de Gobierno como Pedro por su casa; tienen y han tenido el poder. Y cuando un grupo criminal tiene el poder, lo que se desata es el genocidio, que es lo que hemos sufrido. De hecho el famoso Pablo Escobar palidece ante el poder de las actuales organizaciones mafiosas, que cuentan ya no solo con fincas o haciendas sino territorios y con ejércitos privados. Tienen un poder inmenso transnacional, así que si queremos que Colombia se desligue del narcotráfico y la violencia hay que entregar tierra a los campesinos”, explicó.
Para Petro una de las claves para luchar contra la desigualdad y la injusticia en Colombia pasa precisamente por una reforma agraria de calado, en la que se aborden los rezagos históricos.
“Tenemos una estructura de tenencia de la tierra muy desigual, por eso es uno de los países más desiguales, porque es una especie de feudalismo del siglo XXI. El campesinado ha sido relegado a la fuerza, millones de campesinos desplazados. Vemos 20 millones de hectáreas de tierra fértiles sin producir una sola mercancía. Como no hubo una tenencia equitativa de la tierra similar a la que pueda haber en países europeos, así que si queremos que Colombia se desligue del narcotráfico y por tanto se desligue de la violencia hay que entregarle tierra fértil al campesino y eso debe hacerlo el Estado colombiano”, señaló.
En cuanto a su intervención en el proceso de diálogo en Venezuela, el mandatario colombiano denunció la situación en la que se encuentra Venezuela, que está “bloqueada y sancionada” e instó a la comunidad internacional a resolver cuanto antes esta situación.
Al recibir la medalla de la Universidad de Salamanca, la máxima condecoración que otorga este centro educativo, Petro volvió a insistir en el mundo se encamina hacia su extinción si no se cambian las políticas de explotación y desarrollo: “el actual enemigo de la humanidad se llama extinción y lo provoca la codicia, entendida como un huracán de ganancias que, para poderse ampliar tiene que consumir más y más energía”, explicó.
En su discurso también ahondó en la idea del enfrentamiento entre la inteligencia y la “luz” con la “oscuridad” a raíz de un episodio de censura y persecución que sufrió Miguel Unamuno en esa ciudad por las fuerzas reaccionarias: “Hoy los pueblos aún no se mueven con Unamuno, pero la única posibilidad para proteger la vida es que los pueblos estén con Unamuno, con la inteligencia y en la lucha constante contra la barbarie”.
Petro también mantuvo un duro enfrentamiento en las redes sociales con el líder de la extrema derecha de Vox, Santiago Abascal, quien decidió ausentarse junto a su grupo parlamentario del Congreso de los Diputados cuando el mandatario colombiano pronunció su discurso.
El dirigente de Vox declaró a los medios que que “Petro es a Colombia lo que Otegi (líder de la izquierda separatista vasca) es a España, un terrorista no arrepentido”. El presidente latinoamericano le respondió que “esto no es un insulto a mí, es un insulto a Colombia, dado que el voto popular y la Constitución me hacen el representante de la Unidad de la Nación”. Abascal le respondió: “No, usted no es Colombia. Ni Sánchez es España. Ustedes son autócratas que llegaron con engaños y que se irán con deshonor”.