"Esa oficina se desvió. De ser una oficina de asesoría técnica que debe respetar las instituciones y más bien asesorar la reformas legales que el país necesita, asesorar las instituciones para que mejoren, de repente se transformó en una oficina de espionaje interno, de conspiración interna", dijo Maduro en su programa de televisión.
"Y luego se transformó en lo que denominamos un bufete, el bufete de abogados de terroristas conspiradores, golpistas y magnicidas de Venezuela", continuó el mandatario al señalar que el gobierno advirtió en varias oportunidades al personal sobre medidas a tomar.
Venezuela suspendió el pasado jueves las actividades de la oficina del Alto Comisionado de la ONU, instalada en 2019, en una medida que siguió a declaraciones del organismo sobre el arresto de la activista Rocío San Miguel acusada de "terrorismo".
La medida incluyó la expulsión del personal que, según Maduro, abandonó el país el sábado.
"La gota que rebosó el vaso después de tanto hablar, de tanta paciencia, fue un caso reciente con una persona involucrada en estas labores de espionaje (...) y ellos salieron a calificar a la fiscalía, al poder judicial y al país de manera abusiva", añadió Maduro.
San Miguel fue detenida el 9 de febrero cuando se disponía a viajar al extranjero junto a su hija, quien también fue arrestada pero quedó en libertad condicional.
La fiscalía la acusó de "traición a la patria", "terrorismo" y "conspiración", al vincularla "de manera directa" con un supuesto plan para asesinar a Maduro. Su exesposo, el coronel retirado Alejandro José Gonzales, fue capturado bajo sospecha de "revelación de secretos políticos y militares".
Sus dos hermanos y el padre de su hija fueron igualmente detenidos y luego excarcelados.
La detención causó preocupación en la oficina del Alto Comisionado, así como en Estados Unidos y la Unión Europea.
Maduro reiteró que Venezuela mantiene sus compromisos con la oficina en Ginebra, pero que hasta tanto "no rectifiquen" y "pidan disculpas" la suspensión se mantendrá.