La agencia noticiosa IRNA y la televisora nacional indicaron que en Teherán se habían contado mil 960 de 5 mil boletas depositadas, según un reporte del Ministerio del Interior que se actualiza cada hora.
Las autoridades no han hecho público aún el dato oficial de participación, aunque IRNA indicó que fue del 41 por ciento, con base en reportes no oficiales.
En los últimos comicios parlamentarios, en 2019, sólo el 42 por ciento de la población con derecho a voto acudió a las urnas, en la que se consideró la participación más baja desde la Revolución Islámica de 1979.
Durante las dos últimas décadas, los conservadores controlan el parlamento, donde a menudo se escuchan cánticos de “Muerte a Estados Unidos”.
De acuerdo con la ley iraní, el parlamento supervisa al poder ejecutivo, vota los tratados y gestiona otros asuntos, aunque en la práctica, el poder absoluto reside en el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei.
Los comicios del viernes fueron los primeros desde la sangrienta represión de las protestas masivas de 2022, que siguieron a la muerte de Mahsa Amini mientras estaba detenida por la policía.
Amini, de 22 años, falleció el 16 de septiembre de 2022 después de que la policía de la moralidad la arrestara por incumplir supuestamente el estricto código de vestimenta del país, que obliga a las mujeres a cubrirse la cabeza con un pañuelo, además del resto del cuerpo. Las protestas derivaron pronto en pedidos para derrocar a la teocracia gobernante. La represión posterior dejó más de 500 muertos y más de 22 mil detenidos.