El acuerdo fue firmado por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y los dos principales partidos independentistas catalanes, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts per Catalunya (JxCat), pero que también contará con el apoyo de otros grupos parlamentarios, como la coalición de izquierdas Sumar, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV), para sumar los 176 votos necesarios que necesita para sacar adelante la iniciativa.
Con la aprobación de las enmiendas, el siguiente paso es volver a debatir y votar en un pleno del Congreso de los Diputados el texto de la norma que, una vez aprobado, será enviado al Senado, que previsiblemente será rechazado por la mayoría absoluta del derechista Partido Popular (PP). Aún así, la norma será devuelta al Congreso, donde será validada de forma definitiva en un plazo máximo de dos meses. Es decir, que el texto legal podría ser publicado en el Boletín Oficial del Estado en un par de meses.
El gran triunfador de la aprobación de la ley fue JxCat y su líder, el ex presidente catalán Carles Puigdemont, quien logró forzar al gobierno y los partidos que lo sustentan para aprobar todas sus exigencias y garantizar así la amnistía total para todas las personas que participaron en el proceso unilateral fallido de independencia. Más aún, el plazo temporal se amplió, con lo que se perdonarán todos los actos susceptibles de ser imputados por los tres delitos citadas desde el 1 de noviembre del 2011 hasta el 13 de noviembre del 2023.
La vocera en el Parlamento español de JxCat, Miriam Nogueras, advirtió que este paso “sólo es el principio” y que el siguiente movimiento del separatismo catalán será una nueva declaración de independencia y la lucha por el reconocimiento de autodeterminación, además de advertir que iniciarán procesos penales por el delito de prevaricación contra los jueces que abrieron causas penales contra sus dirigentes y militantes, ya que a su juicio la ley de amnistía supone también un “reconocimiento implícito” de que la justicia del Estado español actuó de forma “injusta”.
El presidente catalán Pere Aragonès, de ERC, señaló por su parte que “hoy es un gran día porque comienza el camino acabar con la represión. Es el inicio del fin de una pesadilla en forma de represión. La ley de amnistía es el reconocimiento que la represión del Estado ha sido ilegitima y por tanto esta corrección nos da la razón a los que siempre hemos defendido que estábamos ante una causa general motivada políticamente”.