Reunidos en el Gran Salón del Pueblo, en Pekín, en el marco del 45 aniversario del restablecimiento de relaciones diplomáticas, Xi aseguro a Blinken que sus naciones han logrado “algunos progresos positivos” desde la reunión que sostuvo en noviembre con su par, Joe Biden, en la ciudad de San Francisco.
“Ayudarse unos a otros a tener éxito en lugar de lastimarse unos a otros, buscar puntos en común y reservarse las diferencias, en lugar de participar en una competencia despiadada, y honrar las palabras con acciones, en lugar de decir una cosa y hacer la contraria”, comentó el mandatario, citado por un comunicado de la cancillería.
Xi dijo que espera que Estados Unidos pueda ver el desarrollo de China desde una perspectiva positiva y propuso tres puntos básicos para la relación: “El respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación de beneficio mutuo” “Es el deseo compartido tanto de los dos pueblos como de la comunidad internacional” señaló, y reiteró: “He dicho muchas veces antes, que el planeta es lo suficientemente grande como para albergar el desarrollo común y la prosperidad respectiva”.
En su segunda visita al país en menos de un año, Blinken planteó a Xi una nota positiva sobre los recientes avances logrados en la cooperación bilateral, incluidas las comunicaciones militares, la lucha contra las drogas y la inteligencia artificial, sobre los cuales las dos partes acordaron iniciar un diálogo sobre cómo reducir los riesgos de la tecnología que emerge rápidamente.
También expresó su preocupación por el apoyo a Rusia y su invasión de Ucrania, especialmente a través del suministro de materiales, incluidas máquinas, herramienta y microelectrónica. De igual manera expresó la inquietud de Washinbgton por las operaciones militares de Pekín en Taiwán, en el mar de China Meridional y Filipinas, además de la situación de los derechos humanos en el país.
Luego de la reunión, Blinken publicó en su cuenta de X. “Mantuvimos una conversación sustantiva sobre cuestiones regionales y globales y los vínculos entre pueblos entre nuestras naciones. Estados Unidos seguirá defendiendo nuestros intereses y valores, incluso mientras buscamos profundizar la cooperación para beneficiar a la gente de nuestros dos países” ” señaló.
Por otra parte, el representante estadunidense elogió las tareas recientes de Pekín para controlar la venta de sustancias empleadas en la elaboración del fentanilo, pero destacó “la importancia de que la República Popular de China adopte medidas adicionales, en particular para procesar a quienes venden químicos y equipos utilizados en su producción”.
También pidió al presidente chino utilizar su influencia “para disuadir a Irán y sus representantes de expandir el conflicto en el Medio Oriente” y convencer a Corea del Norte “de poner fin a su comportamiento peligroso y entablar un diálogo”.
“Estamos comprometidos a mantener y fortalecer las líneas de comunicación para avanzar en esa agenda, y nuevamente abordar responsablemente nuestras diferencias para evitar cualquier falta de comunicación, cualquier percepción errónea, cualquier error de cálculo”, comentó.
Momentos antes, Blinken se reunió en la casa de huéspedes estatal Diaoyutai, con su par, Wang Yi, quien reconoció que las relaciones entre ambos países “están empezando a estabilizarse”, “pero al mismo tiempo, se están creando y aumentando los factores negativos en la relación”.
Uno de los temas que molesta a las autoridades chinas es la presión económica de la administración Biden que vetó las exportaciones de semiconductores al país asiático y amenaza con prohibir la plataforma TikTok si no corta lazos con su matriz china ByteDance.
Por ello, Wan aseguró: “Siempre hemos pedido que se respeten los intereses fundamentales de cada uno e instamos a Estados Unidos a no interferir en los asuntos internos de China, a no frenar su desarrollo y a no pisar las líneas rojas chinas respecto de la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo del país”.
Blinken respondió diciendo que la administración Biden valora el diálogo entre ambas potencias, incluso en cuestiones de disputa. Señaló que se habían producido algunos avances el año pasado, pero sugirió que las conversaciones seguirían siendo difíciles.