Los libertarios, que creen en un gobierno limitado y en la libertad individual, culpan al republicano de apresurar la creación de una vacuna contra el covid-19 cuando era presidente y de no hacer más para frenar las restricciones de salud pública a los no vacunados durante la pandemia.
Cuando Trump subió al escenario en Washington, hubo fuertes abucheos. Un sector más reducido de la multitud, los partidarios de Trump, le vitorearon.
Poco antes de que apareciera, un miembro del Partido Libertario gritó: "¡Donald Trump debería haber recibido un balazo!".
La campaña de Trump no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre la hostil recepción.
Trump, que fue presidente entre 2017 y 2021, mencionó de inmediato el total de 88 cargos por delitos graves que enfrenta en cuatro procesos federales y estatales.
"Si no era un libertario ahora lo soy", dijo. Denunció que el Gobierno del presidente Joe Biden, su contrincante en la carrera electoral para las elecciones del 5 de noviembre, y los compañeros demócratas de Biden forman parte de un "auge del fascismo de izquierdas".
Trump intentaba atraer a los libertarios, que tienen más en común con las posiciones políticas republicanas que con las demócratas en cuestiones como los impuestos y el tamaño del gobierno, en lo que se espera que sean unas elecciones muy reñidas.
"No deberíamos estar luchando entre nosotros", añadió, y pidió a los libertarios que trabajen con él para derrotar a Biden, un llamamiento que fue recibido con muchos abucheos, aunque la gran mayoría de los asistentes se oponía ferozmente a Biden y a su Gobierno.
Los libertarios obtuvieron sólo el 1.2 por ciento del voto nacional en 2020, o alrededor de 1.8 millones de votos, pero las elecciones de noviembre podrían decidirse por sólo decenas de miles de votos en un puñado de estados disputados, por lo que Trump está tratando de obtener parte del apoyo libertario.
La aparición de Trump en la reunión libertaria, inusual para un candidato republicano a la Casa Blanca, también puso de manifiesto la seriedad con la que él y su campaña se toman la amenaza de Robert F. Kennedy Jr, candidato de tercera vía que se opone desde hace tiempo a las vacunas y que habló en la convención el viernes.
Trump ha intensificado sus ataques contra Kennedy, que se presenta como independiente, y le ha llamado recientemente "falso" antivacunas.
Los sondeos de opinión sugieren que Kennedy restará votos tanto a Trump como a Biden, pero aún no está claro cuál de los candidatos de los principales partidos se verá más perjudicado por la remota candidatura de Kennedy a la Casa Blanca.
Los organizadores del Partido Libertario dijeron que Biden también fue invitado a hablar en la convención, pero declinó asistir.
"El Partido Libertario puede marcar una gran diferencia. Si nos unimos, seremos imparables", dijo Trump entre aplausos y abucheos.
Trump dijo que era un "libertario sin siquiera intentar serlo" y que el Partido Libertario debería respaldarle, otra frase recibida con abucheos.
Sin inmutarse, Trump se burló de la multitud, diciendo que si no le apoyaban, seguirían obteniendo sólo una pequeña parte del apoyo de los votantes en las elecciones nacionales.
Prometió poner a un libertario en su gabinete si ganaba las elecciones, lo que fue respondido con gritos de "¡mentira!".
Trump recibió grandes aplausos por una promesa. Un grito de guerra para los libertarios es el caso de Ross Ulbricht, que cumple cadena perpetua por crear y gestionar el sitio web Silk Road, que permitía a los usuarios comprar y vender en secreto drogas y otros productos ilegales.
Los libertarios creen que la condena de Ulbricht en 2015 representa una extralimitación gubernamental y judicial. Ante una multitud que portaba carteles de "Liberen a Ross", Trump prometió conmutar la pena de Ulbricht si recuperaba la Casa Blanca.