“Si bien el tribunal no responsabilizó a estos acusados, el impacto duradero de nuestra investigación persiste”, dijo Gerard Ryle, director ejecutivo del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en inglés), que publicó los Panama Papers.
“Al revelar verdades ocultas, como lo hicimos con los 'Panama Papers', brindamos al público la información que necesita para exigir rendición de cuentas e impulsar reformas”, añadió Ryle en un comunicado.
El viernes un tribunal de Panamá absolvió a 28 personas imputadas por blanqueo de capitales relacionadas con Mossack Fonseca, en una decisión que puede ser apelada.
Entre los absueltos están los fundadores del despacho panameño de abogados, Jürguen Mossack y Ramón Fonseca, fallecido el pasado 9 de mayo.
Los Panama Papers, una investigación basada en la filtración de millones de documentos del despacho Mossack Fonseca, revelaron cómo personalidades de todo el mundo ocultaron bienes y ganancias para evadir impuestos o lavar dinero, en algunos casos de actividades ilícitas, a través de la creación de sociedades opacas por mediación del bufete panameño.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y los ex gobernantes de Islandia, Sigmundur David Gunnlaugsson; de Pakistán, Nawaz Sharif; de Gran Bretaña, David Cameron; y de Argentina, Mauricio Macri; además del astro argentino del fútbol Lionel Messi fueron algunos de los nombres mencionados entonces.
En varios países altos funcionarios tuvieron que dimitir y otros señalados fueron condenados por estas investigaciones.
Pruebas no concluyentes
Durante el juicio, la fiscalía pidió para Mossack y Fonseca 12 años de cárcel, la pena máxima por blanqueo de capitales. Para el resto solicitó entre 5 y 12 años de prisión.
La fiscalía acusó a Mossack, de 76 años, y Fonseca, fallecido a los 71, de ser los responsables de facilitar la creación de sociedades opacas en las que directivos de la multinacional alemana Siemens depositaron millones de euros al margen de la contabilidad real de la compañía.
El despacho panameño, según la acusación, también fue utilizado para guardar dinero de una estafa masiva en Argentina.
Pero la jueza Baloísa Marquínez, la misma que condenó a prisión en 2023 al expresidente panameño Ricardo Martinelli por blanqueo de capitales, desestimó los argumentos de la fiscalía.
Según la sentencia, “las pruebas no eran suficientes y concluyentes para determinar la responsabilidad penal de los acusados”, dijo el órgano judicial panameño.
“Se hizo justicia, nosotros nos encontramos sumamente satisfechos, aunque estamos un poco tristes porque en el camino perdimos al señor Ramón Fonseca (fundador de la firma) y él no ha podido ver este resultado”, afirmó a la AFP Guillermina Mc Donald, abogada de Mossack.
“Fueron ocho años de impotencia y desvelos con esta causa que nació por el capricho de algunos y que acabó con la plataforma corporativa del país”, indicó a la AFP la abogada Daika Indira Levy, defensora de Fonseca.
“Lo peor es el estigma que queda detrás de todas las personas que fueron enjuiciadas porque en este país un cargo por blanqueo de capital significa la muerte civil de una persona”, agregó.
Imagen de Panamá en el exterior
Debido al escándalo, Mossack Fonseca cerró y la imagen internacional de Panamá, señalado como un paraíso fiscal, se vio gravemente afectada, lo que provocó la caída drástica de la creación de sociedades opacas.
Panamá realizó reformas legales, entre ellas la penalización de la evasión fiscal, que no era un delito antes de los Panama Papers.
Esos cambios permitieron al país salir en 2023 de la “lista gris” del Grupo de Acción Financiera (GAFI), con sede en París, aunque permanece en la lista de territorios considerados como “paraísos fiscales” por la Unión Europea.
El fallo judicial de los Panama Papers es de “difícil comprensión en el exterior”, aunque este caso “ni siquiera ha terminado”, afirmó a la AFP Carlos Barsallo, ex presidente de la sección panameña de la ONG Transparencia Internacional.
Según Barsallo, la justicia panameña logró lavar su imagen por condenas importantes por blanqueo de capitales en casos de alto perfil, como la del ex presidente Martinelli, pero ahora “la mesa está servida para mucha confusión” en la imagen exterior de Panamá.