"Recientemente he sido operado de la rodilla, lo que me ha causado algunos problemas. Sin embargo, me estoy recuperando y ahora no tengo ningún problema", dijo el líder espiritual del budismo tibetano en el exilio en un mensaje de video desde Estados Unidos, donde se recupera.
"Es posible que haya gente que intente confundirlos sobre mi salud, diciendo que el Dalai Lama ha ido a un hospital y está en tratamiento, etc., haciendo que mi estado parezca grave. No hay que fiarse de esas informaciones erróneas", afirmó.
El Dalai Lama, figura carismática que popularizó el budismo internacionalmente, ganó el Premio Nobel de la Paz en 1989 por mantener viva la causa tibetana en el exilio. Huyó a la India en 1959, nueve años después de que China envió tropas a la región del Himalaya en 1950, afirmando que estaba liberando a los "siervos" tibetanos.
A medida que el líder espiritual envejece y lucha contra sus problemas de salud, el nombramiento de su sucesor se ha convertido en un tema candente para los tibetanos que luchan por una mayor autonomía en China o por la independencia absoluta. Los budistas tibetanos creen que los monjes eruditos se reencarnan tras la muerte en recién nacidos.
El Dalai Lama ha dicho que aclarará las cuestiones sobre la sucesión -incluido si se reencarnaría y dónde- en torno a su 90 cumpleaños.
"Estoy a punto de cumplir 90 años, pero no me siento mal de salud, salvo por unas ligeras molestias en las piernas. Me gustaría agradecer a todos mis compatriotas tibetanos dentro y fuera del Tíbet sus oraciones por mi cumpleaños", declaró, añadiendo que algunos problemas forman parte del envejecimiento.
El sábado, decenas de miles de budistas y simpatizantes de todo el mundo se reunirán para celebrar y rezar por la larga vida de un líder que para ellos representa la mayor esperanza de un eventual retorno al Tíbet.