El Partido Laborista obtuvo 33.7 por ciento de los votos asientos mientras los conservadores lograron el peor resultado en su historia, 23.7 por ciento, ante lo cual el premier saliente, Rishi Sunak, asumió la responsabilidad y se disculpó ante la derrota.
En su primer discurso desde la residencia oficial de Downing Street, Starmer declaró: El trabajo para el cambio comienza de inmediato, y no tengan ninguna duda: reconstruiremos Reino Unido.
El líder laborista, de 61 años, fue recibido poco antes en el Palacio de Buckingham por el rey Carlos III, quien lo nombró oficialmente primer ministro y le pidió formar gobierno.
El premier designó a la diputada Rachel Reeves ministra de Finanzas, primera mujer en ocupar ese cargo, y a la diputada Angela Rayner como viceprimera ministra.
David Lammy, descendiente de esclavos de origen guyanés, y John Healey encabezarán los ministerios de Relaciones Exteriores y de Defensa, respectivamente.
Starmer, que acercó a su partido a posiciones más de centro tras la derrota laborista en las elecciones de 2019 de su antecesor, Jeremy Corbyn, de corte más izquierdista, prometió una gestión cautelosa de la economía, dentro de un plan de crecimiento a largo plazo que incluye potenciar los criticados servicios públicos, en particular el sistema de salud.
Aseguró que sólo subiría impuestos a ciertas categorías de contribuyentes, entre ellos escuelas privadas o empresas del sector de hidrocarburos, pero no a los trabajadores.
Frentes de guerra
En sus primeras declaraciones, David Lammy demandó un cese el fuego inmediato en la guerra entre Israel y el movimiento islamita Hamas en la franja de Gaza.
Poco después, Starmer ratificó el compromiso inquebrantable de Reino Unido con la defensa de Ucrania frente a Rusia, durante una conversación telefónica con el presidente estadunidense, Joe Biden, informó la oficina de prensa de Downing Street.
Biden lo felicitó por su triunfo y expresó que le daría la bienvenida en la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que se celebrará en Washington la próxima semana.
Starmer también habló con el presidente ucranio, Volodymir Zelensky, quien le agradeció su apoyo.
Sunak se disculpa por los malos resultados
Sunak anunció que renunciará como líder del Partido Conservador y utilizó su último discurso en Downing Street para disculparse con los ciudadanos y con sus correligionarios por los malos resultados. “Al país, quisiera primero decirle que lo siento (…) He escuchado su enojo, su desilusión. Hay mucho que aprender y reflexionar y asumo la responsabilidad del fracaso”, afirmó.
Después, el Palacio de Bu-ckingham confirmó la dimisión de Sunak tras su reunión con el rey Carlos III.
Los laboristas se hicieron con 412 de los 650 escaños de la Cámara de los Comunes, superando el umbral de 326 para obtener la mayoría absoluta. Los conservadores de Sunak obtuvieron 121 escaños, frente a los 365 de hace cinco años con Boris Johnson. Se trata de la cifra más baja en unas elecciones desde la fundación de dicha fuerza política, en 1834.
La formación de extrema derecha Reform UK, de Nigel Farage, uno de los impulsores del Brexit, logró entrar en el Parlamento, con cinco escaños.
Farage, con poco más de 14.3 por ciento de los votos, arrebató muchos sufragios a los conservadores y constituyó la tercera fuerza más votada, por delante del centrista Partido Liberal Demócrata (12.2 por ciento), que obtuvo 71 diputados en el Parlamento.
Pese a su holgada victoria, Starmer no superó el récord de diputados laboristas (418) obtenido por Tony Blair en 1997, cuando puso fin a 18 años de gobiernos conservadores en una nación de 66.97 millones de habitantes. Corbyn, de 74 años, expulsado del Partido Laborista acusado de tomas de posición antisemitas, renovó su escaño, presentándose como candidato independiente.
Varios de los pesos pesados conservadores, como la ex primera ministra Liz Truss y los ministros salientes de Defensa, Grant Shapps, y de Cultura, Lucy Frazer, perdieron sus curules.