El niño reconoció ante el tribunal de Manchester que participó en el ataque a un autobús frente a un hotel que alberga migrantes el 31 de enero, atacó una vitrina de un almacén de cigarrillos y lanzó un proyectil a la policía el 3 de agosto.
Al reconocerse culpable, se le dictaminará la pena sin proceso y seguirá detenido por ahora.
Aunque los actos de violencia racista e islamófoba que afectaron al país desde hace una semana se calmaron, centenares de personas que realizaron ataques y autores de publicaciones en línea consideradas incitadoras al odio siguen desfilando ante los tribunales.
Otro niño de 12 años comparecerá el lunes en Liverpool (noroeste) por actos de violencia.
Andy Preston, alcalde de Middlesbrough (noreste), donde ocurrieron los actos de violencia, consideraron este fin de semana que el "90 por ciento de los daños fueron causados por jóvenes británicos blancos que buscan sensaciones fuertes y adrenalina (...) sin motivos ideológicos".
En total, más de 900 personas fueron detenidas y 450 inculpadas tras disturbios durante los cuales se atacaron mezquitas y centros de albergue para migrantes.
Eso después de que circularan rumores en las redes sobre el origen de un sospechoso de ataque con cuchillo que mató a tres niñas el 29 de julio en Southport (noroeste).