La CPI y las autoridades ucranias instaron a Mongolia a arrestar a Putin, objeto de una orden de arresto por la supuesta “deportación” de niños ucranios de los territorios ocupados por Rusia en Ucrania.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ya aseguró que esta posibilidad no le planteaba ninguna “preocupación”.
“Por supuesto, todos los aspectos de la visita fueron preparados cuidadosamente”, agregó.
Como el resto de Estados que adhirieron al Estatuto de Roma en el que se basa la CPI, Mongolia “tiene la obligación de cooperar” con ese tribunal, declaró un portavoz de esa corte, Fadi el-Abdallah.
Cuando un país miembro no cumple con sus obligaciones respecto a la CPI, esta última puede recurrir a la Asamblea de los Estados miembros, que se reúne una vez al año, aunque las eventuales sanciones suelen limitarse a una reprimenda.
Desde que se fundó el tribunal, otros individuos que eran objeto de órdenes de arresto de la CPI, como el exdictador sudanés Omar al Bashir, han viajado a Estados firmantes del Estatuto de Roma sin ser detenidos.
Mongolia firmó el estatuto en 2000 y ratificó su adhesión a la CPI dos años después.