El nuevo ordenamiento busca establecer mecanismos institucionales y de gestión social que permitan hacer de la gastronomía nacional un instrumento para el desarrollo económico regional, que fomente el turismo y fortalezca los valores culturales que tiene esta actividad desde el punto de vista de su tradición.
Las y los senadores realizaron modificaciones al concepto de Cocina Mexicana, con el propósito de relacionar su contenido a lo establecido en la Ley General de Cultura y Derechos Culturales.
En este sentido, se precisa que la Cocina Mexicana se determina como el conjunto de alimentos, recetas, platillos, prácticas, utensilios y conocimientos, pretéritos y actuales, asociados a la alimentación de las personas, grupos, pueblos y comunidades de la nación mexicana.
Así como los elementos que las personas, de manera Individual o colectiva, reconocen como propios por el valor que les aporta en términos de su tradición, identidad, arraigo y contemporaneidad y a los que tienen pleno derecho de acceder, practicar y disfrutar de manera activa y creativa.
Además, se cambió la denominación del Consejo Consultivo de Fomento a la Cocina Mexicana por el de Consejo de Fomento a la Cocina Mexicana, con lo que se favorecen las políticas para el desarrollo regional y local, el sector turístico y las expresiones culturales.
Así, se propone que el Consejo de Fomento de la Cocina Mexicana sea un órgano de gestión y consulta, cuya finalidad será dar cumplimiento a la política nacional en la materia, impulsar y promover la participación de los sectores público, social y privado en el fortalecimiento de la identidad gastronómica mexicana.