En la primera conferencia de Sheinbaum, la funcionaria señaló que hechos como éste no pueden volver a repetirse: esta acción es muy importante porque se realiza desde Gobernación donde se instrumentó la represión al pueblo y ahora tenemos el compromiso y responsabilidad de impulsar derechos.
“Este crimen de lesa humanidad fue ideado, ejecutado y encubierto desde la más alta autoridad del poder público y su responsabilidad principal recayó en Gustavo Díaz Ordaz. Se trata de un reprobable acto de represión estudiantil y social que tuvo como consecuencia decenas de muertos, heridos, detenidos, ejecuciones y torturados".
En el decreto de la Presidenta, según lo leyó Godoy, se señala que “en nombre y representación del Estado mexicano reconoce políticamente que los actos de violencia perpetrados el 2 de octubre de 1968 en contra de los integrantes del heroico movimiento estudiantil fue constitutivo de un crimen de lesa humanidad como fue reconocido por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz en su quinto informe de gobierno.
“Se instruye a la Secretaría de Gobrnación para que, en nombre del estado mexicano y el Ejecutivo federal a mi cargo, se compromete a la no repetición de atrocidades como las que se refiere (este acuerdo) , actos de privación ilegal de la libertad, uso de las fuerzas armadas contra la población, cárceles clandestinas, tortura y tratos crueles, la anuencia del Estado para destruir o exterminar a un grupo de la población mexicana".
El decreto de Sheinbaum destaca que quedan a salvo los derechos de los familiares de las víctimas y ex integrantes del movimiento para promover acciones de justicia, de memoria histórica y de no repetición.
“En mi calidad de comandanta suprema asumo compromiso solemne y giraré a correspondientes órdenes formales sus estructuras y elementos sean utilizados para atacar o reprimir al pueblo de México se fortalezca la formación en materia de derechos humanos. Se asuma el reconocimiento de hechos históricos y se garantice su no repetición.
Como parte de la conferencia, participó Pablo Gómez quien participó en el movimiento de 1968 y fue preso político. Aseveró que “fue un movimiento por libertades democráticas, por tanto, en contra del régimen de represión política que existía en los años anteriores: movimientos como el ferrocarrilero, del magisterio, telefonistas, telegrafistas. Muchos otros movimientos fueron reprimidos violentamente por la fuerza pública y sus principales dirigentes fueron encarcelados, acusados del delito de disolución social que no se sabía qué cosa era pero lo aplicaban para reprimir a luchadores sociales”.
Para Gómez, la vigencia del movimiento estudiantil de 1968 se recoge en el movimiento de transformación. Muchos recogieron el mensaje y el objetivo del movimiento estudiantil. Las libertades democráticas, parte de quienes recogieron y han venido recogiendo el mensaje, esa práctica, esa rebeldía esa lucha es la 4T es la fuerza política mayoritaria del país, porque la 4T proviene en gran medida del mensaje acción, práctica y continuidad del movimiento de 1968 que estará no sólo como parte de la historia formal sino continuar en la memoria de mexicanos.